“Tanto me vas a cobrar? Pero anda a la mierda puto del orto!”. “Que pecho frío estos putos”. “Uh, pero que putito te viniste vestido hoy.” Leí una y otra vez hasta que no me contuve más y pregunté, “porqué seguís usando ‘puto’ como un adjetivo descalificativo?,” y su respuesta fue … (la nada misma).

En Argentina descalificarse entre unos y otros es algo cotidiano y muy arraigado a nuestra cultura. No puede pasar un día sin que no escuches o no digas “boludo”, “pelotudo”, “gil, “nabo”. No como algo negativo, todo lo contrario, lo usamos para demostrar afecto y confianza al otro. Claro que cuando nos enojamos le damas un significado muy distinto. Pero que interesante esta costumbre ‘argenta’ de “putear” que nos acostumbró a denigrarnos tan sutilmente. No me parece nada tremendo, de hecho yo mismo hago uso de esos adjetivos constantemente, cuando entiendo que no estoy ofendiendo a nadie.
Ahora bien, decir “boludo” es lo mismo que decir “puto”?. “Qué haces puto? Cómo va?,” es un saludo simpático o ignorante?. No es difícil darnos cuenta que ambas palabras están muy lejos de significar lo mismo, boludo: poco inteligente, puto: gay. Entonces porqué se siguen usando indiscriminadamente? Porqué la “joda” de hacerse pasar por gay sigue considerándose algo gracioso?
“Puto”, “maricón”, “maraca” eran de las peores cosas que podías escuchar cuando eras chico. Y yo, siendo un chico afeminado y siempre teniendo más amigas mujeres que amigos varones, lo escuchaba constantemente. En la escuela, cuando jugaba con amigos, en las clases de natación, jugando al fútbol, en las vacaciones, en mi casa. No siempre con la intención de lastimarme, pero cada vez que lo escuchaba sentía un dolor insoportable. Todavía no me identificaba como gay, pero los demás ya habían tomado esa decisión por mi. Lo escuchaba, me lastimaba por dentro, lo aguantaba, simulaba que no me importaba, llegaba a mi habitación y me escondía llorando debajo de la cama y tenía la esperanza de que los días pasen y yo envejezca ahí mismo hasta el día en que me quede sin aire en los pulmones.
No estoy intentando generar lástima ni mucho menos. Gracias a esas experiencias hoy soy lo que soy y no elegiría vivirlo de otra manera. Quiero generar conciencia. Creo que es hora de que algunas cosas cambien. Nuestras palabras tienen más poder del que todavía logramos comprender. Con una frase podes destruir o mejorar el autoestima de una persona. Con un saludo podes cambiarle la vida a un familiar, amigo o desconocido.
Puto no es algo malo. Puto no es una mala palabra. Puto no significa ser prostituto como dicen algunos. Ser puto no está mal. Ser puto es ser gay. (Y no quiero empezar a hablar del uso horrible que se hace de la palabra “Puta” como si fuese algo negativo, cuando lo único que podría estar haciendo referencia es a una mujer que es libre de hacer lo que quiere, y no lastima a nadie mientras lo hace).
Nuestro país no es ajeno a la lucha por la integración y a la no discriminación por razones de orientación sexual. De hecho en julio de 2010 la Argentina sancionó la ley nacional de matrimonio igualitario, siendo el primer país en América Latina y el décimo a nivel mundial en reconocer este derecho. Que gran paso para los derechos LGBTQ. Todavía me acuerdo la felicidad que me inundó cuando escuche la noticia. Sentí que perdí un peso enorme que me tenía aprisionado sin haberme dado cuenta. Me sentí libre.
Pero a veces parecería que no podemos dejar atrás nuestro pasado machista y no inclusivo. Porqué amigos que me felicitaron cuando me case con mi esposo y comentan fotos y son muy públicos a la hora de manifestar su aceptación, son también los que usan “puto” cuando se enojan? Porqué caen en la rutina verborrágica de decir lo mismo una y otra vez, y no se toman un segundo para pensar lo que de verdad están diciendo?. Entiendo que el lenguaje esta en decadencia y que cada vez pensamos menos a la hora de hablar. Pero todo tiene un límite: La ignorancia. Si sos ignorante al hablar podes lastimar.
No es que lo tomo como una ofensa personal. Pero si estoy “hinchado las pelotas”, por falta de otra frase que exprese mejor y más claramente mi estado emocional al respecto. Ya estas grandes, algunos hasta tienen títulos universitarios. Ya podes desechar algunas costumbres incultas. Ya podes pensar un poco antes de hablar o escribir, no te pido mucho, se que es difícil a veces. Ya es hora de que te “dejes de joder” y te propongas ser una mejor persona, formada, inteligente y que sabe expresarse. Si hoy “puto” puede lastimar no lo uses. Y empecemos a sacarle la connotación negativa.
Nosotros, los adultos, tenemos que cambiar. Y deberíamos llevar ese cambio y educar a los más chicos y terminar con la ignorancia con la que hablamos. Se tu propio crítico. Si te pensas “progre” y “abierto de cabeza”, pensalo dos veces.
